jueves, 11 de mayo de 2017

La la land, la ciudad de las estrellas

Acabo de ver la película La la land, ciudad de las estrellas. Tengo que decir que he terminado de ver la película con un cabreo del copón, al final de mi texto diré el porqué.

Los musicales me gustan mucho, de siempre me han gustado. Desde pequeña me gustaba ver a Gene kelly, Fred Astaire y Ginger Rogers, ver bailar claqué, la música americana, soul, swing, jazz, las voces negras.

Hace unos meses vi la película de Mamma mia con música del grupo Abba, interpretada por Meryl Streep. Me encanta Abba y me encanta Meryl Streep. En esta película había música, color, baile, alegría, era perfecta. 

Aparece La la land. Me han ofrecido música, color, baile, alegría, amor, ilusión, una pareja encantadora... ¿Como puede ser que en ese contexto se la carguen en diez minutos? ¿En qué momento de la película ha pasado del color más brillante al negro más absoluto? ¿Por qué se han empeñado en ponernos a los espectadores entre algodones, caminando por las nubes y luego en un minuto darnos un guantazo de realidad? ¿No pueden dejarnos soñar? ¿No podían evitar quitarnos la sonrisa de la boca de un manotazo?. 

¡Que nos dejen soñar!, es cine, es música, es color, es alegría, es romanticismo ¡que nos dejen soñar!

Cuando ha terminado la película, con un cabreo de la leche, he pensado... ¡a la mierda la película!. 

No la recomiendo, no pienso volver a verla jamás en mi vida, no me voy ni a molestar en poner la carátula.

 ¡A la mierda la película!. 

...será posible... grrrrr....



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