jueves, 4 de mayo de 2017

Guerra y Paz II

Ya he terminado la segunda parte del libro Guerra y Paz de Tolstoi y por tanto el libro.

En esta parte lo que más destaca es la guerra pura y dura. La batalla de Borodino era un cúmulo de sinsentidos, la que liaban con el flanco izquierdo. No protegen el flanco izquierdo, se metian en batalla sin tenerlo todo medido y bien medido. Mueven el flanco izquierdo y no se lo comunican a Kutusov. Esa batalla sirve como ejemplo de que en la guerra nada puede ir todo medido y bien medido porque todo depende de tantas cosas, por muy insignificantes que sean, que pueden cambiar el rumbo de todo.

Tengo que decir que mi inmersión ha sido total en el libro. Que me veía en mi caballo imaginario galopando a toda velocidad junto a Andrés. Que cuando había que entregar una notificación a un superior, yo estaba ahí pringándome de barro y mojada por la lluvia.

Esas pequeñas cosas que hacen que cambie el rumbo de todo es el tema de las notificaciones a los superiores. Iba un enviado, desde el campo de batalla, a pedir instrucciones a sus superiores de qué hacer. Cuando llegaba allí el campo de batalla ya había cambiado completamente y esas instrucciones no servian de nada.

Cuando entran en Moscú, ¿por qué se queda allí Napoleón cinco semanas? ¿por qué deja que sus hombres se relajen tanto? ¿para qué expoliaban las casas los soldados estando aún fuera de sus casas y por tanto en campo de batalla? ¿por qué salen de Moscú como si fueran un grupo de feriantes cargados con miles de objetos inútiles, prostitutas, carros... y sin suficiente comida y ropa de abrigo? ¿en qué pensaban? ¿por qué se pone Napoleón a redactar una constitución en Moscú para salvar, supuestamente, a los rusos? ¿se lo pidió alguien?. 
Esto es lo que suele pasar cuando quien llega al poder, sea del modo que sea, lo hace con un ego muy gordo y creyéndose que es lo más de lo más, el que todo lo sabe y lo mismo no es así, que incluso se auto proclaman grandes ¡el gran Napoleón! ¿seguro que es grande cuando necesita autotitularse?. Quizás sea porque en el país de los ciegos, el tuerto es el rey... pero no deja de ser tuerto. 

Me pareció horrible el papel del gobernador de Moscú,  todo orgulloso y herido en el ego, cuando hace matar a un preso a manos del gentío, incitándoles a que ese hombre era el culpable de la invasión de los franceses, simplemente porque alguien tenía que pagar el pato y no quería ser él y busca un chivo expiatorio. 
Me parece también horroroso el baile organizado después de la batalla de Borodino en San Petersburgo para recibir a Alejandro. Hace un comentario Tolstoi sobre los cortesanos, su comportamiento frente al emperador que me ha gustado, les llama abejorros cortesanos, siempre zumbando alrededor del emperador. 
Momentos antes habla sobre el motivo, la causa que hace que toda la masa de gente se mueva en una guerra, cavilando si es motivado por el lider y si una persona, un soldado o un miliciano se hubiera negado a seguir el curso de esas decisiones que le imponian, si eso hubiera cambiado el curso de la guerra y de la historia. Justo en ese baile los nobles le ofrecen a Alejandro hombres, carros, vendas y todo lo que necesitaran ¡yo ofrezco mil! ¡yo otros mil!. Esos pobres hombres pertenecian a los nobles, no podian ni abrir la boca. Si hubiesen decidido esos hombres no ir a la guerra los hubieran matado o cualquier otra cosa ¿como iban a cambiar esas personas el curso de nada si no tenian poder de decisión sobre sus propias vidas que les negaban hasta ese derecho?.

Tengo que decir que la muerte que más me ha dolido ha sido la de Platón Karataiev. Es justo en él quien encuentra Pedro lo que iba buscando, ni en los masones oportunistas que solo estaban para tener contactos, ni en ningún sitio en los que busca respuestas. Lo encuentra en un hombre sencillo, que no sabía ni leer ni escribir, pero sabía y sentía perfectamente el sentido de la vida. 

Entre tanta tristeza, entre tanta muerte y negrura, también he encontrado mucha risa. La primera parte del epílogo cuando se describe el día a día de los dos matrimonios de los protagonistas, es que es así, me reía mucho porque existen ese tipo de matrimonios. María, que era muy cultivada, tenía un comportamiento ejemplar y tenía corazón. Su esposo, Nicolás, siempre refunfuñando, trabajo, trabajo, trabajo.
El otro matrimonio. Pedro, super encantandor como siempre y Natacha toda cambiada que no sabía hablar de otra cosa que no fueran sus niños, como cuando de tanto esperar a Pedro no dejaba de darle el pecho al bebé e incluso lo llegó a enfermar de atiborrarlo.
La condesa, como persona mayor, siempre hablando del pasado y tener que explicarle las cosas mil veces porque las olvidaba. La vida misma. En estas cosas se ve lo buen conocedor que era Tolstoi del género humano.

Pasan muchísimas más cosas en el libro y no puedo ponerlas todas, para eso es mejor leer el libro directamente. Pero si que me ha llamado la atención que a pesar de haber pasado doscientos años, todo sigue igual, nada ha cambiado. Ni en el poder, ni el pueblo, ni las personas, ni la política ni nada de nada, todo sigue igual. 

Quizás sea, simple y llanamente, porque el genero humano es así y no cambia nunca. Y esa negación al cambio, al cambio de pensamiento, el negarse a mirar el pasado solo como la forma de no volver a hacer ciertas cosas en vez de imitarlas y encontrarlas como grandes, es lo que provoca que las personas siempre sean igual, a pesar de los siglos y los siglos. Esto me pasa mucho con la política actual, capitalismo o marxismo. El capitalismo está corrompido, es una máquina que falla y el marxismo es utópico. ¿por qué se insiste en ambas cosas ahí pim pim pim pim? ¡cambiad, buscad cosas nuevas y olvidad lo que no funciona y cambiadlo por algo innovador y olvidad el pasado!. Vivimos actualmente lastrados por el pensamiento de unos cuantos de hace siglos. 

Y así es la vida.



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