domingo, 2 de abril de 2017

Leon Tolstoi

Siguiendo una recomendación que me han hecho en el blog de leer a Tolstoi, y al no tener aún físicamente un libro de él, he decidido (cada vez que digo... he decidido... me acuerdo de la película de El último samurai cuando el emperador dice lo de: He decidido que su tratado no es lo que más beneficia a mi pueblo... ¿me contará como murió? Le contaré como vivió) este fin de semana ir calentando motores y me he puesto a ver una mini serie de Guerra y paz y una película de Anna Karenina.

La serie me ha encantado, solo es de ocho capítulos y los he devorado. El personaje de Pierre Buzukhov me ha llamado mucho la atención, es un suertudo, me ha recordado El pianista de Roman Polanski. Mira que sufre el pobre, sus dudas existenciales, pero por todo lo que pasa le hace crecer como persona. Es el nexo de unión de toda la historia. Es curiosa la vida, los giros que va haciendo, entrelazando y jugando con las casualidades, forjando y endureciendo a las personas a base de cicatrices y remiendos del alma. La evolución de los personajes es magnífica.

La película de Anna Karenina es peculiar, no me ha llamado tanto la atención como la serie de Guerra y paz, pero es original porque es una mezcla de obra de teatro, que cambia subiendo y bajando escenarios, mezclado con imágenes reales. Anna Karenina me ha recordado mucho Cumbres borrascosas de Emily Bronte, Madame Bovary de Gustave Flaubert, pero claro, todos son del XIX y del realismo, con estos amores bestiales, pasionales y la crítica sangrante de la gente.
La música es maravillosa, los valses, los colores y los movimientos expresivos de las manos.

Música Anna Karenina 

Viendo ambas me decanto más por Guerra y paz, tiene que tener la novela una profundidad, un impacto literario bestial, con frases de releer varias veces, en el que lo más importante son las personas y sus sentimientos, sus pensamientos. 

Sí, me voy a decantar por leer Guerra y paz.










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