sábado, 3 de junio de 2017

Memorias del subsuelo

Memorias del subsuelo de Fiódor Dostoyevski.

Este libro está dividido en dos partes. Todo el libro en si es muy psicológico, muy filosófico, pero especialmente en la primera parte, que es la que más me ha gustado porque hay que intentar meterse más en la cabeza del protagonista.

Según mi interpretación y como yo lo he entendido, el protagonista en la primera parte, es una persona anónima que vive en su subsuelo, siendo su subsuelo su mundo interior, atormentado. Sintiendo que es alguien superior al resto, pero al mismo tiempo siente que el resto de las personas lo consideran a él como alguien inferior.

En la primera parte es todo como un dialogo consigo mismo, pero a su vez es como un diálogo imaginario hacia otras personas. Pero en realidad él mismo se pregunta y se contesta. Se siente una persona mala, pero es como una forma de suplir su rabia, su ira, su estar en contra de como las personas le tratan, es su forma de venganza. Soy malo, trato mal a la gente porque a mi me han tratado mal. Es un necesito vengarme, quiero vengarme y busco vengarme.

Hay una parte que la explica con un ejemplo, usa mucho los ejemplos, el dolor de muelas. El dolor de muelas lo ve como algo positivo porque así puede fastidiar a los demás. Me duelen las muelas y me quejo, todo el rato estoy quejándome. El quejarme no me va a quitar el dolor de muelas, pero si que puedo hacer o incordiar a las personas que me rodean, me duelen las muelas pues vosotros también os fastidiais al escucharme.

En la segunda parte entran en juego más personajes, esta historia sería como anterior, aunque está contada posterior. Es como una forma de entender la primera parte del libro, para comprender el porqué es como es, su deseo de venganza, su deseo de desfogar tanta rabia, su búsqueda de hacer daño para llenar su vacío, su dolor hacia los que le han hecho daño a él.

Es un libro que transmite mucha rabia, o bien del protagonista o bien del autor. Podía ser incluso del autor, porque da la sensación de que se puso delante de la mesa a escribir, un poco sin ton ni son, solo para soltar su cabreo.

El libro es muy intenso, muy psicológico.





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